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¡El paradigma ha cambiado...nuestra lengua percibe 6 gustos básicos!

7/3/20234 min read

Introducción

Prepárate para quedar asombrado mientras desvelamos una revelación revolucionaria: ¡nuestra percepción del gusto ha evolucionado! Más allá de los conocidos gustos salado, dulce, ácido y amargo, han surgido dos nuevos protagonistas en el mundo de los gustos: el umami y el kokumi. Únete a nosotros en este viaje sensorial mientras exploramos cómo nuestras papilas gustativas y el sentido del olfato trabajan en armonía, dando forma a nuestras experiencias culinarias e influyendo en nuestras elecciones alimentarias.

En busca del verdadero gusto

Desvelando los secretos del aroma: Cuando hablamos de gustos como la vainilla o el durazno, en realidad nos referimos a sus cualidades aromáticas, que podemos percibir directamente a través de la nariz o de manera retroolfativa. Pero, ¿qué son realmente los gustos? Son el resultado de lo que percibimos a través del sentido del olfato (por la nariz) y del gusto (por la lengua).

Repensando los gustos básicos

Más allá de los límites: Hasta hace poco, existía un concepto arraigado que afirmaba que cada parte de la lengua era responsable de detectar un gusto específico. Por ejemplo, se creía que el dulce se percibía en la punta de la lengua, mientras que lo amargo se ubicaba en la parte posterior, y lo ácido y lo salado en los laterales anteriores y posteriores, respectivamente.

Revelación 1: El mapa se desvanece:

En un descubrimiento que cambió el paradigma, los científicos descubrieron que los receptores del gusto se encuentran distribuidos por toda la lengua, aunque ligeramente más pronunciados en ciertas áreas. (Año del descubrimiento: 2018)

Revelación 2: Surge el quinto gusto:

Además de los conocidos gustos salado, ácido, dulce y amargo, existe un gusto llamado umami, ampliamente conocido como el quinto gusto. Se encuentra comúnmente en la cocina oriental, la salsa de soja y en delicias sabrosas como el jamón curado, los espárragos y el queso parmesano. (Año del descubrimiento: 1974)

Revelación 3: La nueva incorporación llamada kokumi:

Se ha descubierto una sensación gustativa adicional denominada kokumi. Este gusto es detectado por los receptores de calcio de la boca y se realza gracias a ciertos compuestos llamados péptidos, lo que hace que nuestras comidas sean aún más deliciosas. (Año del descubrimiento: 1990)

El camino del paladar hacia las preferencias

¿Por qué comemos lo que comemos? Imagínate a los seres humanos sin conocimiento de las calorías, las fechas de caducidad o la seguridad de los alimentos. Hubo una época en la que satisfacer el hambre y sobrevivir eran prioridades.

Desde aquellos tiempos remotos, los seres humanos han buscado y seleccionado los alimentos que les parecían sabrosos y apetecibles, rechazando lo que no les gusta o les resulta repulsivo. Un ejemplo claro es que evitamos consumir en exceso alimentos amargos, una costumbre relacionada con el rechazo a las sustancias venenosas, ya que muchos venenos tienen un gusto amargo. Así, el hombre que se encontraba en un bosque en busca de presas para llevar a su hogar y alimentar a su familia, al encontrar una fruta desconocida, sin saber si era apta para el consumo, la probaba. Si sentía amargor, lo rechazaba para evitar envenenarse.

Lo mismo ocurre con lo ácido. Un poco de acidez puede ser placentera, como una ensalada con vinagre o unas gotas de limón. El ácido cumple funciones antioxidantes y purificadoras en el cuerpo, pero en exceso puede corroer el estómago o el esófago. Por eso, nuestro paladar disfruta de pequeñas dosis y rechaza grandes cantidades.

El dulce, ese gusto que todos amamos, sirve para tentar a nuestro cuerpo a nutrirse, a obtener calorías. Aunque hoy en día tengamos un enfoque más inverso respecto a este concepto, imaginemos a una persona en las primeras etapas de la civilización humana que no sabría qué comer si se sintiera debilitada. En ese contexto, era importante que disfrutara del dulzor de un durazno maduro o una jugosa frutilla. Si no tenía suficiente energía para cazar o escapar de los depredadores, no podría contar historias ni plasmar dibujos en antiguas cuevas.

El gusto salado existe para hacernos beber agua y mantenernos hidratados, ya que nuestro cuerpo está compuesto en un 70% de agua y nuestros minerales trabajan en equilibrio perfecto. Antes de que se conociera la necesidad de beber dos litros diarios de agua, el consumo de elementos salados indicaba la necesidad de hidratación de manera inminente.

Estas son algunas de las razones por las que comemos lo que comemos. Michael Peters, Director de Tecnología Global para la Creación de Gustos, explica:

"Los consumidores demandan gustos cada vez más naturales, deliciosos, equilibrados y auténticos en sus alimentos, y nosotros ayudamos a nuestros clientes a crear experiencias culinarias de gran sabor".

Esta frase implica la necesidad de explorar nuevos gustos y sensaciones sin necesidad de esencias o saborizantes artificiales. Tenemos la oportunidad de alimentarnos de manera sabrosa y natural, sabiendo combinar los 6 gustos o sabores básicos.

Conclusión:

Prepárate para redescubrir el mundo del gusto, donde nuestras lenguas pueden percibir las sutilezas de los seis gustos básicos. Celebremos la increíble diversidad de gustos que nos rodea y abracemos el arte de combinarlos armoniosamente. ¡Únete a la conversación y desvela los secretos de tu paladar!

Nota: Recuerda siempre consultar con un profesional de la salud o nutricionista en relación a necesidades o preocupaciones alimentarias específicas.